¿Por qué reducir el consumo de pollo?

Desde Vanetta Food nos hemos unido a la campaña “7 días por los pollos” de Veganuary, para visibilizar lo que muchas personas no ven cuando abren la nevera: que detrás de cada bandeja de pollo hay una historia de sufrimiento, impacto ambiental y riesgos para la salud.

Hoy queremos compartirte tres razones esenciales para reducir el consumo de pollo, divididas en tres apartados: conciencia social, salud y medio ambiente.

1. Conciencia social: el animal más explotado… y el más invisible

Los pollos son los animales más maltratados del sistema alimentario. Cada año, miles de millones de polluelos viven y mueren sin que pensemos en ellos ni un segundo.

Desde que el huevo es puesto, ya entra en un sistema de cría intensiva. Los pollitos nacen en incubadoras artificiales, sin contacto materno, y han sido seleccionados genéticamente para crecer tan rápido que, en apenas unas semanas, su cuerpo pesa más de lo que sus patas pueden soportar.

Muchos ni siquiera llegan a caminar. Viven hacinados, sin luz natural, con un sistema inmunológico frágil que depende de antibióticos y medicamentos constantes para no colapsar.

A los 40 días —aún bebés en condiciones naturales— son transportados en condiciones inhumanas hacia los mataderos: sin comida, sin agua, con temperaturas extremas, fracturas y heridas.

Una vez allí, el proceso sigue siendo brutal: colgados boca abajo, aturdidos o no, degollados y en muchos casos escaldados vivos para facilitar el desplume.

¿Y todo esto para qué? Para llenar bandejas en supermercados que esconden una realidad que es todo menos amable.

2. Salud: lo que el pollo sufre… te lo acabas comiendo

Todo ese sufrimiento y esa producción acelerada no es inocua para el cuerpo humano.

Los antibióticos utilizados para mantener vivos a los pollos en granjas intensivas están directamente relacionados con la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos en las personas.
Es decir, cada bocado contribuye a hacer que ciertos medicamentos ya no funcionen.

Además, debido a las condiciones de hacinamiento e higiene deficiente, es frecuente que el pollo llegue al consumidor contaminado con bacterias como salmonella o campylobacter, responsables de miles de intoxicaciones cada año.

Reducir el consumo de pollo es también una forma de proteger tu salud y la de quienes te rodean.

3. Medio ambiente: más producción, más residuos, más destrucción

Las granjas intensivas de pollo no solo generan sufrimiento animal, también producen una enorme cantidad de residuos contaminantes.

Toneladas de excrementos cargados de antibióticos, pesticidas y plaguicidas se filtran en el suelo, contaminan acuíferos y afectan directamente a la biodiversidad: peces, vegetación, aguas subterráneas y ecosistemas enteros sufren las consecuencias de una producción masiva que solo busca rendimiento económico.

Todo eso para producir una carne que ha sido considerada “barata”, pero cuyo coste real es mucho más alto de lo que se ve en la etiqueta.

Entonces… ¿qué hacemos para reducir el consumo de pollo?

En Vanetta, no creemos en imponer ni en señalar.
Creemos en ofrecer alternativas reales, sabrosas y cercanas que inviten al cambio sin sacrificar el sabor ni las raíces.

Durante la semana del 28 de abril al 4 de mayo, lanzamos un pack especial dentro de la campaña de Veganuary que incluye:

  • 4 milanesas crujientes

  • 1 zorza gallega

  • 1 lomo adobado
    Todo 100% vegetal, hecho en Galicia, sin sufrimiento y con mucho sabor.

Reducir el consumo de pollo sí importa. Y sí, puedes hacerlo sin perder lo que amas comer.

¿Te animas a probarlo?

Esta semana te invitamos a informarte, a compartir, a elegir diferente.
Y si quieres hacerlo con sabor, te esperamos en nuestra tienda online con este pack edición limitada.

Porque esta proteína no hace muuu,
pero sí hace pensar.

¿Te animas a reducir el consumo de pollo?

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